viernes, 14 de junio de 2013

Guitarra bajo eléctrico


Los retos en la repostería son tan apetecibles como en el resto de actividades que desarrollamos. Voluntad, esfuerzo y cariño, con buenas dosis de humor. Si las cosas salen bien, celebramos el éxito, si salen mal volveremos a intentarlo con redobladas fuerzas. La fusión de música y repostería vino por el encargo de un compañero muy rockero al que accedí sin remilgos, puesto que suponía afrontar algo novedoso. Y manos a la obra, apoyada por la buena mano de Alberto con los lápices me propuse entregar algo que provocase aceptación. El resultado me llenó de satisfacción y por ello  me atrevo a mostrároslo. Espero que os gusten. Copia del original. 
La receta de la masa la tenéis aquí y la de la glasa aquí.




Aforismos. Cualquier tiempo pasado fue mejor. Que se lo pregunten a nuestros padres. Me desayuno con noticias que atentan contra la moral, la ética, las buenas costumbres, el civismo y todo aquello que queráis incluir en la nómina. Las noticias, los informativos, las proclamas, nos muestran una lista interminable de predicadores encorsetados que impunemente nos imponen su voluntad revestida de abalorios que intentan confundirnos. Levantar una piedra y que salgan gilipollas a mansalva con doctrinas que atemperen al rebaño es todo uno. Y una está hasta los pelos de que le intenten tomar el idem. ¡Ya está bien! El poder, ay el poder, ese gran aliado de la justicia que somete nuestra libertad con falsas ideologías y que no hace sino cercar el grupo tras uniformes y represión. A veces por la fuerza, a veces por la intransigencia. Ya perdonaréis, pero es que no se puede aguantar que el dinero se crea dueño del intelecto, que se apodere de la razón e intente encaminar nuestros pasos hacia el desorden y la autodestrucción. Ya otros lo intentaron en aras de dominar el mundo; y ahora, revestidos de muselinas y corbatas, tras pedestales y micrófonos persiguen fines semejantes, sin que les melle el dolor, la insolidaridad ni el perdón. Bolsillos llenos, puestos vitalicios, transigencia legal; todas las armas son útiles para oprimir a las masas. Démosles deporte, debates del corazón y entretenimientos varios, y sometamos su devenir a un callejón sin salida antes que soltar un ápice de dominio. Y el camino lo trazan ellos, con sus estrictas reglas. ¡Ya está bien, señores!
Bien. Tras esta reflexión de currito sometida a los designios de los indeseables parásitos que dirigen nuestra vida laboral, social y económica bajo a la tierra, decido descender al mundo de la gente corriente, la que se protege, se ama, se quiere, se ayuda; la que en verdad se esfuerza sin pestañear por un bienestar a punto de ser arrebatado. Y retrocedo en mi máquina del tiempo, ayudada por la mano invisible de Margot. Solidarias en la aventura, compañeras en el misterio que se cierne sobre Victoria; una vez más tiende el puente de la comunicación en las palabras de Suri, en sus añorados recuerdos, para descubrir, de su mano, cómo fueron y cuál fue su devenir en la mitad de un siglo en el recuerdo.

Entrevistador: El paseo por Nove Mesto nos ha sentado bien. Después de la experiencia de Lídice, veo a Suri mucho más jovial. Paseamos por los senderos umbríos, entre los estanques y las piscinas del jardín Botánico. Se detiene de cuando en cuando para admirar los rododendros, los lirios de agua y un sinfín de plantas tropicales. Ha recuperado su esencia, incluso esboza una sonrisa bajo los labios carmesí echando la memoria hacia el pasado. Ante mi confusión y ocupando un banco del parque me explica qué la hace sonreír.
Suri: Mientras el frente se desplazaba a las estepas rusas y los buques de guerra se hostigaban en el Canal de la Mancha, la vida discurría plácida en las calles londinenses. Intentábamos llevar una existencia si bien involucrada en los quehaceres propios de la contienda, no por ello ajena a los pequeños placeres que nos rodeaban. Unos días asistíamos a algún estreno en los cines del Soho suspirando por parecernos a Ingrid Bergman y padecer un amor imposible en un mágico lugar de África. Otros merendábamos tumbados en el césped de Hyde Park acariciados por una suave brisa que hacía más llevaderos los rigores del verano. La placidez se había instalado. Y en una de esas, sacando fuerzas de flaqueza, Julen me confesó que se había enamorado. Me entró una risa irrefrenable que le encolerizó. Intenté sosegarme y le pregunté quién era la afortunada. No tuvo el valor de confesármelo en ese momento, sino que desviando la mirada me inquirió cómo sabía uno si estaba enamorado de verdad. La primera noche que me quedé en casa de Victoria intenté solucionar su dilema, aunque creo que lo sumergí en un mar de confusión mayor del precedente.
Mi querido Julen. Me preguntas cómo sabe uno si está enamorado; y no puedo contestarte con certeza. Desde que tengo uso de razón que sólo siento odio y gratitud a partes iguales. Odio hacia quienes cercenaron mi vida arrancándome del seno de mi familia; y gratitud hacia quienes me acogieron con entusiasmo y devoción. Si me preguntas por el cariño puedo asegurarte que lo siento en cada poro de mi piel. Hacia ti mismo, que te has convertido en el hermano que nunca tendré; hacia María del Carmen, la pequeña que me ha robado el alma; hacia Victoria en quien busco un modelo a seguir. Y por supuesto, hacia Annie, sin cuyo esfuerzo y amor jamás hubiese acabado a vuestro lado. Sin embargo, quieres saber del amor, y a mis tiernos años no puedo hablarte sino de mariposas en el estómago, de piel erizada y mejillas coloradas. También yo he pensado en él en ocasiones, cuando se me vence la mirada ante un joven que me observa, cuando siento el leve roce de unos dedos sobre mi piel desnuda. Creo entender que se trata de esa fuerza que te arrastra aunque intentes resistir, que somete tu voluntad ante la negación, que te provoca y que te excita. Pero, ¿quién soy yo para hablar de amor? Veo a Victoria, inasequible al desaliento pese a la ausencia de Andrew, contemplando una gastada fotografía en sepia que envejece en su mesilla de noche. La veo embobada y taciturna, a veces llorosa y otras jubilosa; y creo que en su interior late esa candela incombustible que llaman amor. También en Andrew, en sus cortas correrías; arrastrando insospechados peligros para pasar un minúsculo instante con su amada. Me hablas de amor y no sé cómo se manifiesta. Lo sentí sin dudar hacia mis padres, cuyos rostros se difuminan en mi memoria aunque pugne por evitarlo. Él te encontrará, no lo dudes, te asaltará cuando menos lo sospeches y será cruel y dulce a la vez, pletórico y vacío, te arrancará el corazón y te lo amansará hasta caer rendido a sus pies. No te resistas, todo es en vano. Siempre triunfa y cuán bello nos parece todo. No habrá guerra ni lucha que se le oponga; el hambre y la soledad se perderán en el limbo del tiempo; el dolor y las heridas se cerrarán otorgándote vigor y sabiduría. Pero no te engañes, es voluble como una prostituta, con la misma energía te aferra y te rechaza, e muerde o te besa. En ocasiones se instala para quedarse, pero en otras te abandona sin remedio. Renacerá, como las flores cada primavera, retornará.
Entrevistador: Por un momento se calla, alza la mirada a las frondosas copas de los árboles cuyas hojas cimbrean bajo la luz del sol, se vuelve hacia mi y me comenta:
Suri: Y me quedé tan confundida después de haberle largado tal cantidad de exteriotipos, como él mismo. No he entendido nada- me dijo. Pero ¿qué es el amor? Pregúntale a Victoria, le dije; y ambos nos echamos a reír.
Entrevistador: Estamos cerca del hotel y quiere que la deje para el almuerzo y un pequeño receso en la habitación. Se fatiga con facilidad. No desdeño el tiempo que me concede y me precipito a la emisora para dejar constancia de sus palabras. Sin lugar a dudas, reflexiones manidas, tópicos que se repiten desde la cuna de los tiempos, pero así mismo absolutas certezas que tendemos a olvidar inmersos en la monotonía de una existencia sin sobresaltos. Cuando vuelvo la mirada hacia las calles destrozadas, las casas derruidas y las vidas alteradas de los habitantes de la vieja Europa en los años de la Segunda Guerra, tiendo a olvidar que al igual que lucharon, sufrieron, trabajaron sin denuedo, también amaron, por encima del dolor y de la crisis, sobre el egoísmo y el odio, ante la ambición y el fanatismo. Y de qué otro modo se pudo sobreponer el hombre a tanta desidia.
Volveré a buscarla a la tarde, cuando el sol decline en las aguas del Moldava, cruzaré el puente ante la mirada de las inmóviles estatuas, y en sus arcadas, como cada tarde, las sombras de unirán en besos clandestinos ante el río, testigo mudo de su dicha. Quisiera saber a quién amaste tú, Suri; espero convencerte para que al fin lo digas.

He tenido que llamar a Carlota para contarle lo dichosa que me he sentido con las palabras de Suri, cómo han sido capaces de elevar mi espíritu decaído  de hacerme sonreír a pesar de los tiempos. También a Margot, que se ha congratulado con su éxito y que se afana en seguir obteniendo réditos a sus desvelos. A ambas, gracias, por acompañarme en este viaje sin retorno más allá de la frontera que separa el tiempo y el espacio. Una y mil veces, gracias.




12 comentarios:

  1. Me dejas sin palabras! Sabía que tus galletas son especiales, pero te has superado una vez mas. No es que me encanten, me chiflan y me rechiflan! Enhorabuena Angeles, eres grande! Un beso :)

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  2. Me has dejado sin palabras. Son fantáaaaaaaaaasticas y seguro que están buenísimas, aunque de penita comérselas.
    Un beso
    Vir

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  3. Te han quedado impresionantes, super bonitas.
    Vaya mano!

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  4. Como siempre, el relato precioso...
    Y las galletas, originales y vistosas.
    Besitos.

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  5. Adorei a postagem... Sem falar no biscoito que ficou Incrível!!!
    Beijos Márcia (Rio de Janeiro - Brasil)

    http://decolherpracolher.blogspot.com

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  6. Waooo menudas galletas tan bonitas, ¡me encantan!, las veo preciosas, Un besito

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  7. oh dios mio!! qué monada!!

    xx


    http://norwegianwood8.blogspot.com.es/

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  8. Seguro que tu amigo rockero ha quedado encantado. Las galletas son una pasada. Tienes una mano increíble.

    Suri, encantadora como siempre. Preciosas sus palabras y sabias sus reflexiones.

    Bss.

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  9. Te han quedado geniales. Menuda artista¡ Enhorabuena.
    Besos

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  10. Aiiiii Dios mío!! Porque seré tan "patata" haciendo estas cosas!!! Las haría encantada para mi marido que toca la guitarra y el bajo, pero no tengo tu "arte" guapísima!!! Besos y feliz semana!

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  11. Guauuu que obras artististicas!!
    Actualidad, historia y arte!! Que trilogia! Felicidades a los autores!
    Si se postula de candidato, ya tiene un voto asegurado, voy a desempolvar mi pasaporte Español .
    Uf! Que reto tienen para la proxima cita!
    Los espero!!!!!!
    Cariños

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  12. Desde luego que la respostería contigo es un reto. Hoy vengo preparada con un donuts de chocolate, primero porque no sabía con qué postre nos ibas a deleitar y así no pasar hambre, jajaja y segundo preparada para la lectura. Besoooos

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Me gustan tus comentarios, me encanta leerlos todos, gracias por molestarte en escribirlos.

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